“Dos pájaros de un tiro”:
Atractiva gestualidad
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Gentileza Pedro Labra Herrera (texto no publicado).
Debut de otro colectivo de jóvenes artistas formados en La Mancha, la escuela teatral que más aportes ha hecho a la cartelera en la última década, “Dos pájaros de un tiro” ofrece sin interrupción -en 40 minutos y con energética música incidental que toca una banda a un costado- dos cuentos escénicos inspirados en textos de los escritores Edgar Allan Poe y Franz Kafka, con imágenes ligadas a pájaros.
Es un creativo ejercicio limpia y rigurosamente ejecutado, que ratifica el buen nivel del entrenamiento corporal que imparte esa academia. A diferencia del registro predominantemente humorístico en otros, este trabajo opta por una expresión más estilizada y simbólica. El lenguaje es básicamente físico, pero los relatos también requieren de monólogos, sobre todo en Poe. En esto la obra muestra una constante negativa de La Mancha: cada vez que se emplea la palabra hablada como soporte, la entrega decae.
En honor a la verdad, la endeble dramaturgia tampoco da suficiente claridad sobre los acontecimientos narrados. Pero es tal el interés que despierta la gestualidad y evoluciones de los cinco ejecutantes, bien complementadas por la música y las luces, que esa carencia se puede excusar. Mérito agregado es que de algún modo, la poética teatral desplegada logra tocar el espíritu alucinado, tortuoso y atormentado de los autores que inspiraron el montaje.
