11/3/11

Palabras de dirección


Camila Aguirre, Teatro Híbrido, Casa Vacía 2011.

El cuerpo en sí mismo y lo que se puede comunicar con él, ha sido una constante en mi búsqueda teatral. Mi punto de partida con infinitas posibilidades.

Creo que en el cuerpo esta la manifestación más pura de la emoción, desde ahí me atrajo la idea de crear una obra en silencio, donde las miradas, la respiración, el ritmo, la tensión, la postura, la distribución espacial, el gesto que nace de la emoción y el complemento de los cuerpos entre sí comunican.
Lo anterior más el complemento de una banda sonora especialmente creada para la obra, interpretada en vivo y una iluminación sensible cuentan una historia que todos los humanos al menos una vez vivimos, imaginamos o anhelamos vivir: una historia de amor que trasciende lo convencional, contada a través de un lenguaje que todos entendemos: el lenguaje corporal que nace desde las emociones más profundas del ser humano.

La composición del espacio, la arquitectura sugerida con los mismos cuerpos fue creada para ser vista en 360º. El público alrededor, sólo una hilera de sillas, en un espacio íntimo circular donde todos pueden ser partícipes de la emoción del otro. Se comparte, la idea es que todos vivencien lo que acontece dentro del círculo, incluido el espectador. Hay un dialogo directo.

Cada uno de los artistas intérpretes de esta pieza escénica siente y vive desde sus propias emociones esta historia, eso para mi es fundamental.

"El propósito de las palabras es transmitir ideas, cuando las ideas son comprendidas las palabras se olvidan, ¿Donde puedo encontrar a un hombre que haya olvidado las palabras? Con ese me gustaría hablar" Chuang - Tzu*