En las altas cumbres de la Cordillera de Los Andes, desde antes que existiera el viento, la nieve y el fuego, vive oculta una comunidad de gigantes.
Desde el principio de los tiempos, ellos han sido los guardianes de los tesoros de la tierra. Protegen los recursos naturales del planeta, vigilan las riquezas de la montaña y velan por la vida de los hombres.
Son amigos de los cóndores, hablan el lenguaje del silencio y conocen el secreto de la vida.
Hace ya 200 años bajó por última vez a estas tierras uno de esos gigantes para dejar entre nieve y arbustos un regalo destinado a todos los hombres que habitaran en las faldas de los cerros: eran las pistas para encontrar un metal cobrizo como la piel de los indígenas.
Tito, el minero gigante, custodio de todos los metales, después de dos siglos, regresó al valle y visitó la ciudad de Rancagua. Quería saber cuál era la verdadera riqueza de nuestra tierra: gracias a las pistas que fue encontrando en su recorrido, descubrió que el verdadero tesoro de esta tierra, Chile, es su gente.
En las celebraciones del bicentenario, “Tito, el minero gigante” emprende un viaje por Chile, con el objetivo de rescatar y conocer la poesía que hay en cada una de las ciudades existentes de este hermoso y contrastado país.
Tito Recorre Chile
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Prensa TVN
